sábado, 27 de febrero de 2010

The (super) good wife



Siempre me ha encantado Julianna Margulies.
Y en su ultimo papel está que se sale.

Hacia mucho que no la veía por ahí (todavía no me he pedido la excedencia ni la baja laboral para tener tiempo para ver Los Soprano) hasta que ha llegado esta serie, The Good Wife, donde interpreta a Alicia Florrick, desde ya, mi personaje favorito para este inicio de 2010.



The Good Wife coge una trama súper actual de político-es-descubierto-tras-asuntos-de corrupción-y-pillado-in-fraganti-en-sus-relaciones-con-señoritas-de-compañía-de-alto- standing , y analiza la historia de la mujer de ese político desde ese mismo instante.

Solo he visto dos capítulos pero puedo decir que es espléndida sin miedo a equivocarme. Gracias por recomendármela.
A destacar tambien la vuelta de Mr. Big a los ruedos. Chris Noth, eres lo mas.
Y juntos hacen una pareja 10.
Mucho mejor que con Carrie, la verdad.




Del piloto resalto un fragmento que me quiero tatuar en el brazo para no olvidarlo nunca.
Julianna le explica a una acusada como se lleva el día a día ante una situación adversa.
Explica sin quererlo qué es lo que ella hizo (y hace) cuando el escándalo entró en su vida.
Cómo se va sobreponiendo una a que su marido esté en la cárcel, le haya puesto los cuernos delante de todo el país, tener que seguir siendo una buena madre, volver a trabajar después de 15 años e intentar mantenerse serena en el proceso.

Así es como una luchadora se enfrenta a la cruda realidad:


Acusada: ¿Qué voy a hacer?

Alicia : Tienes que ir día a día. Te hemos buscado un alojamiento. Vas a ir allí, te darás una ducha, dormirás una siesta. No enciendas la televisión. ¿Te gusta leer? Te llevare algunos libros. La ficción es lo mejor. No te va a apetecer, pero vístete bien y maquíllate. Oblígate a hacerlo. No para el juzgado, sino para ti. Las cosas superficiales son las que más importan ahora mismo.

Acusada: ¿Alguna vez se vuelve más fácil?

Alicia: No. Pero te vuelves mejor mientras lo haces.









Y además, Julianna, en su papel de abogada eficaz y madre moderna viste de forma impecable.
Se ve tambien un cambio entre la Alicia pre-escandalo y la post-escandalo.
La primera es mas Jackie O, mas comedida, mas pinpina.
La segunda es una leona maravillosa.
He de resaltar en esa creacion del personaje su rostro y su PELO. Un diez.
Cada hueso de su cara está puesto ahí con la precisión de un escultor y el maquillaje resalta su belleza de una manera elegantísima, contenida y deslumbrante, exactamente como es su personaje.
La primera novia (ficticia) de George Clooney ha crecido y ya puede ir a reírse en su cara si le da la gana.



Alla por los noventa, en Urgencias.


Julianna, I love u.


Por cierto, si pones “the good wife” en google images te sale esto,



y esto.






Ejem

miércoles, 10 de febrero de 2010

Penny o el continuum estilistico en L.A.

The Big Bang Theory es una muy buena comedia de frikis donde uno se pregunta como le pueden estar haciendo gracia chistes sobre ciencia que ni siquiera entiende.









El contrapunto a tal panda de adoradores de la física, los comics, y los videojuegos lo pone Penny, la explosiva vecina; camarera aspirante a actriz.








El estilo de Penny es el de la típica chica de Los Ángeles. (O lo que yo creo que es eso a traves de años y años de tele).

Rubia del mismo bote que usaban las vigilantes de la playa, shorts ínfimos, camisetas que enseñan el ombligo, y unas ugg de vez en cuando.




De hecho si no fuese por las ugg, diría que no ha pasado ni un día desde que Pamela Anderson vigilaba a unos pobres turistas en la playa.

Aunque por otra parte fue a ella a una de las primeras celebrities a las que se las vi puestas. Por ejemplo, aqui vemos a Pamela aplicada en el estudio de su guion.




Osea, que tampoco vale.


¿ES QUE ACASO EL TIEMPO ESTA DETENIDO EN L.A.?

¿O es solo en sus series?

¿¿¿???


P.D. Mencion aparte merecen las camisetas de Sheldon, personaje central de la trama. Las tiene de todas las maneras, colores y mensajes, y combina como nadie la manga larga con la manga corta.










Un hurra para Sheldon.

domingo, 7 de febrero de 2010

Diseñadores: 1. Joaquín Trias, ¿quién es este chico?



La discreción es la sensatez, la reserva y la prudencia para obrar.
Joaquín Trias, el que posiblemente se convierta en el nuevo nombre de la moda española, es discreto, muy prudente y parece más sensato todavía.

El diseñador irrumpe de la nada, en la Semana de la Moda de Nueva York el pasado septiembre, para deleitar a propios y ajenos con una colección basada en la búsqueda de nuevas estructuras para la silueta, haciendo hincapié en formas cónicas, rectas y en líneas firmes. Buscando en los logros del pasado mientras mira de reojo hacia el futuro, sienta las bases de lo que supongo que va ser el estilo de este ambicioso diseñador.




Criado en una familia aristocrática, desde pequeño se familiarizó con la disciplina, el esfuerzo y la dedicación. No en vano, de los 11 a los 16 años una academia de tenis en Florida ocupó su tiempo, para luego estudiar Empresariales en Madrid.

Pero bajo la combinación de tan diversas disciplinas latía un corazón apasionado por la moda, por las formas y por la belleza, que tuvo que luchar contra una familia reticente a dejarle lograr sus sueños. La influencia en los gustos del joven Joaquín la estaban ejerciendo, sin que nadie lo supiera, sus ilustres abuelas, la aristócrata Cristina Sartorius y Frida Trias, modelo y musa de, nada más y nada menos, Cristóbal Balenciaga.

Esto nos lleva a pensar que Trias, aunque autodidacta e intuitivo, tal y como él mismo se define, cuenta con el ala protectora del conocimiento de esas cosas que no se enseñan, que uno capta mientras crece y se hace mayor. Lo vemos en el detalle de un fruncido, de un corte simétrico o incluso, en la experimentación con tejidos de alta tecnología. Y es que puede ser que haya sido el mismísimo Balenciaga quien, a través de algún traje conservado todavía por su musa, haya tocado con su varita a un joven Trias, que, veloz, ya ha declarado que el genio todavía no tiene heredero y que él esta dispuesto a serlo.




Y vaya si está dispuesto. En su base, tres cosas, talento, trabajo duro y claridad de ideas: la moda es arte y negocio al mismo tiempo. Diferenciándose así de cualquier otro, Trias reniega del concepto subvención tan conocido por nuestros lares y se dedica a desarrollar una estrategia de negocio que habla por sí misma.







Quiso hacer su debut antes de que nadie hubiese visto ninguno de sus modelos (ni siquiera se los dejaba ver a los propios maniquís) y no cedió ante los primeros impulsos comerciales. Sabía que lo que tenia era bueno y quiso primero presentarse ante el mundo, para negociar con él después. No hay aspavientos, no hay figuración, lo que importa es el trabajo, el diseño. Un poco, podría decirse, `a la Balenciaga.

A su primera colección ha querido llamarla, “Lineal Study”, ya que las ambiciones de Trias apuntan alto, y su inspiración directa, ahora mismo, es la arquitectura. El concepto es el vestido como un ente arquitectónico que convive con el entorno para resaltarlo. En este caso, que también convive con el cuerpo de la mujer que lo lleva puesto para conferirle carácter, fuerza, vigor y clase, mucha clase.




La construcción de ese edificio que es cada look de la colección, cobra protagonismo. Las estructuras y las líneas del tejido acaparan toda la atención y la mujer resalta en un outfit concebido para triunfar.




Y es que toda la colección destila aroma a poder, a decisiones importantes y a mujeres alfa dueñas de su destino, en concreto neoyorquinas, es decir, esas mujeres del futuro que ya existen en esa pequeña, y a la vez, grandísima isla. Por algo fue Nueva York el enclave elegido para su debut. Posiblemente, y como apuntan desde su oficina, nuestro país todavía no esté preparado para Trias.

Los colores que utiliza el constructor para su obra, como si la propia concepción de la arquitectura lo pidiese, llegan directamente de la naturaleza.




En un guiño ecológico; gris antracita, azul océano, verde pistacho o negro se expanden sobre unos tejidos duros y tecnológicos por un lado, y suaves y volátiles (como la organza y la seda) por otro, en una mezcla interesante y arriesgada.

Las formas son, en general, tiesas y muy rectas, a veces, en forma de cono invertido. La sinuosidad de algunas prendas ejerce de contraste perfecto en esa continuidad lineal del conjunto. Todo de manera muy concisa, sobre un fondo blanco y una pasarela desnuda donde lo único que importa es el detalle de la creación. Igual que su autor, la colección no habla, solo es. Al que le guste bien, y al que no, también.





Si bien es cierto que tendremos que ver mas muestras del trabajo del diseñador para jugar a las adivinanzas, se puede aventurar que aunque Joaquín Trias no quiera ser un diseñador para las masas, cuando el futuro llegue, lo será. Porque la mujer que él visualiza rebosa personalidad, y apuesto a que más de una estará dispuesta a pagar lo que sea para tenerla.

Sus diseños puros, limpios, innovadores y en definitiva elegantes, distinguen a quien los lleva.
Así que supongo, sin ser nada discreta, que si sigue así, tendremos Trias para rato.




La respuesta, el próximo 18 de febrero, día en el que se subirá de nuevo a la pasarela neoyorquina.

Quien sabe si ese día, fijándonos en Trias, estaremos captando esas pequeñas cosas que nadie nos puede enseñar, esos detalles que vagan en escogidas atmósferas, haciendo así nuestra vida un poco más elegante, más sublime, más perfecta.
No lo olvideis, el futuro ya esta aquí.