domingo, 18 de septiembre de 2011

Bel y Freddie

"Sea lo que sea de lo que estén hechas las almas, la suya y la mía son de lo mismo."
Emily Brontë


La gente normal va a la playa en verano, bebe mojitos en terrazas, se pone morena, ríe y es feliz. Yo me lo he pasado soñando que iba a la redacción con faldas lápiz y medias con costuras, en un Londres asediado por la extraña política de 1956 y los avatares de la conquista del Canal de Suez. Bueno o algo así, en realidad me lo he pasado deseando ser alguno de estos dos personajes de aquí abajo, son tan increóbles los dos que no sé si prefiero ser él o ella. O si me gusta él o ella. Brutales, geniales, únicos.




Sólo espero que Abi Morgan, la guionista de THE HOUR (la serie donde viven los de arriba) tenga a bien dejar de comer, dormir, salir de cañas o tomar té de aquí en adelante y dedique todos los minutos de sus días a escribir la segunda temporada YA. PORFAPLIS.





También sería maravilloso que yo pudiese alquilar un comando terrorista para raptar al equipo de vestuario y tenerlos secuestrados en mi casa para siempre. Y que Freddie (o Ben Wishaw, me da igual, este chico elige todos los papeles de su carrera para mi goce y deleite) de repente se hiciese realidad y el mundo fuese un poquito más elegante, extraño e interesante. Bel también. Me encantaría tomarme un algo con ella alguna vez.




La vida real es demasiado cruel ante cosas como esta.


sábado, 17 de septiembre de 2011

Canción y vestido otra vez: Most of the time

Llevo un par de meses enamorada de esta canción y la mayor parte del tiempo pienso que va a ser para siempre. Existen cosas y personas con las que sabes que será así, te guste a ti o no. Pero como con todo, el tiempo dirá. Somos unos títeres en el destino de los gustos aleatorios. Aunque hay quien me diga que somos nosotros quienes tomamos esas decisiones. Yo creo que no. No estaba en mis planes enamorarme de este tipo, que me cae mal.





Si me quedase algo de tiempo entre trabajar, sacar al perro, ver aquí no hay quien viva y buscar sofás Luis XVI online porque no tengo coche para ir a Ikea me pondría (y no sé por qué y además me da igual) este vestido de The Row (de la línea de las gemelas Olsen para la primavera que viene) me fumaría un porro y me pondría en un bucle interminable esta canción. Realmente es una canción pegada a este vestido, le guste a Bob o no. Mandará en el imaginario del siglo pasado pero desde luego no manda en mi imaginación. ¡Ja!


domingo, 11 de septiembre de 2011

Hombres de verdad: El hombre del traje gris

A riesgo de desvelar cosas de la película, de la novela de, en fin, Tom Rath, el personaje que nos atañe (y su creador, Sloan Wilson, un tipo interensantísimo por decir poco) invito igualmente a arriesgarse a su lectura. Aquí, la que escribe todavía está patidifusa. Claro, así me va.


Sin orden ni concierto, ahí van algunas de las frases brutales de Tom, interpretado estoicamente por Gregory Peck, el nuevo hombre de mi vida, un hombre de verdad.





Tras un broncazo de puerta y portazo y de muchas palabras por encima de las otras...a la mañana siguiente:

Tom: Siento mucho lo de anoche. Tal vez me lo merecía.
ELLA: ¿Qué nos está pasando¿ ¿Es por mí?
Tom: No nos está pasando nada. No le demos importancia a una pequeña discusión.

De ELLA (la mujer de Tom) intentaré hablar en el primer episodio de MUJERES DE VERDAD y de este párrafo diría que inmediatamente pensé que el PRIMER REQUISITO PARA SER HOMBRE DE VERDAD era pasar por una guerra. Valen guerras psicológicas. También pensé que tampoco. Puedes pasar por una guerra y seguir siendo un gilipollas. Lo que importa es lo que hagas con esa guerra. Dudas. Me lanzo a la siguiente frase total.

Tom: ¿Sabes lo que realmente me gustaría? ¿Aparte del dinero? Hacer algo para que tú te sintieras un poco orgullosa de mí.
ELLA: ---

Así sin más y a la hora de cenar.
En una digresión, mi querido personaje se lanza también al humor de ligoteo básico.

Jovencita italiana: No, ahora no es momento (o similar)...
Tom: Pero, ¿en serio?, ¿hay algún horario para el amor en Italia?

Recién llegada de la calurosa (¡¡¡???jfaafikjsf#kdkd@≠\ºkdkdfff) Roma diría que no tengo ni puta idea. Ni me interesa. Pero la frase mola.

Las siguientes frases, también de amor, están muy bien; una genial "nunca te he querido más que en este mismo instante" (sobreentendiéndose que el instante es una mierda) y una acertada "¿te importa si te digo que te adoro?" cierran el repertorio amoroso de Tom, que entre el pecho y la espalda de Gregory quedan requetebien. Yo caí en el primer round.




Estas frases nos sirven para mostrar a un hombre de verdad, queriendo de verdad. Que además es frágil y no teme decirlo, está hecho polvo por la guerra antes mencionada, no se vende ante nadie (cuando comprende que no puede hacerlo ante sí mismo), es coherente y se preocupa por las cosas que de verdad importan, tiene planta, nunca se altera y en un momento dado hasta pone los cuernos con estilo.

Lo demás hay que verlo y escucharlo y pensar que sí, que todo tiempo ficcionado fue mejor. Más hombres de verdad, pronto. Cuando los encuentre.