domingo, 11 de septiembre de 2011

Hombres de verdad: El hombre del traje gris

A riesgo de desvelar cosas de la película, de la novela de, en fin, Tom Rath, el personaje que nos atañe (y su creador, Sloan Wilson, un tipo interensantísimo por decir poco) invito igualmente a arriesgarse a su lectura. Aquí, la que escribe todavía está patidifusa. Claro, así me va.


Sin orden ni concierto, ahí van algunas de las frases brutales de Tom, interpretado estoicamente por Gregory Peck, el nuevo hombre de mi vida, un hombre de verdad.





Tras un broncazo de puerta y portazo y de muchas palabras por encima de las otras...a la mañana siguiente:

Tom: Siento mucho lo de anoche. Tal vez me lo merecía.
ELLA: ¿Qué nos está pasando¿ ¿Es por mí?
Tom: No nos está pasando nada. No le demos importancia a una pequeña discusión.

De ELLA (la mujer de Tom) intentaré hablar en el primer episodio de MUJERES DE VERDAD y de este párrafo diría que inmediatamente pensé que el PRIMER REQUISITO PARA SER HOMBRE DE VERDAD era pasar por una guerra. Valen guerras psicológicas. También pensé que tampoco. Puedes pasar por una guerra y seguir siendo un gilipollas. Lo que importa es lo que hagas con esa guerra. Dudas. Me lanzo a la siguiente frase total.

Tom: ¿Sabes lo que realmente me gustaría? ¿Aparte del dinero? Hacer algo para que tú te sintieras un poco orgullosa de mí.
ELLA: ---

Así sin más y a la hora de cenar.
En una digresión, mi querido personaje se lanza también al humor de ligoteo básico.

Jovencita italiana: No, ahora no es momento (o similar)...
Tom: Pero, ¿en serio?, ¿hay algún horario para el amor en Italia?

Recién llegada de la calurosa (¡¡¡???jfaafikjsf#kdkd@≠\ºkdkdfff) Roma diría que no tengo ni puta idea. Ni me interesa. Pero la frase mola.

Las siguientes frases, también de amor, están muy bien; una genial "nunca te he querido más que en este mismo instante" (sobreentendiéndose que el instante es una mierda) y una acertada "¿te importa si te digo que te adoro?" cierran el repertorio amoroso de Tom, que entre el pecho y la espalda de Gregory quedan requetebien. Yo caí en el primer round.




Estas frases nos sirven para mostrar a un hombre de verdad, queriendo de verdad. Que además es frágil y no teme decirlo, está hecho polvo por la guerra antes mencionada, no se vende ante nadie (cuando comprende que no puede hacerlo ante sí mismo), es coherente y se preocupa por las cosas que de verdad importan, tiene planta, nunca se altera y en un momento dado hasta pone los cuernos con estilo.

Lo demás hay que verlo y escucharlo y pensar que sí, que todo tiempo ficcionado fue mejor. Más hombres de verdad, pronto. Cuando los encuentre.

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