No tengo ninguna prisa porque el escocés aparezca ya, entre otras cosas porque no tengo tiempo ni para lavarme el pelo, así que citas de duración normal, preámbulos y cortejos no me caben ahora mismo en el horario. Pero eso no significa que no pueda darme un lujo de vez en cuando, mientras Baltasar, Melchor y Gaspar están ya en Glasgow manufacturándome mi propio y único James McAvoy.
El último rey de Escocia, película que me salté en el 2006, tiene una historia de la madre tierra y un médico escocés como protagonistas. África y Escocia, las dos cosas que más me interesan en el mundo ahora mismo. Qué coño estaría haciendo yo en 2006.
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